San Telmo. Barrio de arrabal y de apronte. De reyerta de guapos barulleros. Cajetiyas y atorrantes. Malandras y rufianes. Convergencia divina del tango de gavión y berretín. De pucho rancio y olor a verso.
Calles impregnadas de reminiscencias:
la rubia Mireya y fulana de tal.
Milonga canyengue, boncha encajetado;
el zurdo compadrito lo hace cantar.
Perfume de fémina doblando la esquina.
Pituco pispeando el piringundín.
Como en la payana de los gurrumines
la garufa intensa no es un berretín.