Siempre me llamaron la atención los manojos de llaves y más aún las antigüas. Pensaba qué puertas abrirían y si éstas aún seguirían en pie. Acto seguido, imaginaba cómo serían esas puertas y cuál sería su aspecto.
Por eso, Con mi manojo de llaves, quiero abrirles mis puertas y buscar otras inexploradas aún; intangibles pero tácitas, para muchos utopistas cotidianos, que como yo creen aún en aquellas pequeñas cosas de la vida.
6 comentarios:
Me encanta tu blog!!!
Devuelvo tu amable primer comentario en La Acequia, que tan amablemente has recorrido.
Llaves que abren puertas que nos aguardan y cierran otras que abandonamos. Me gusta como inicio.
Saludos.
Toc, toc, ¿se puede?
Sentir que la cerradura cede, empujar la puerta, cruzar el umbral y empezar a acostumbrar los ojos a la penumbra que poco a poco le va dibujando un contorno a los objetos de esa estancia donde aguardan todos los misterios. Y que esa puerta sea la que abrimos cada día al salir de nuestro cuarto.
(Al fin, Lu. Vamos, prueba con una llave cualquiera)
Tus llaves me recuerdan a una gran llave que siempre vi apoyada en el mueble de la entrada....no era mi casa...no era mi llave...era una llave antigua y nadie sabía como llegó alli...tenía casi 25 cm y siempre jugaba a imaginar la casa, la puerta, debía ser un lugar descomunal.
J:-)
Llaves para abrir cajas con preciosos tesoros, para abrir puertas al sol, para entrar en lugares mágicos.
(las que sirven para cerrar, otro día)
Un beso
Utopías de llaves que abren puertas sin abrir paso al peligro...
El mundo nos obliga ahora a cerrar mas puertas y abrir menos los sentidos.
Tu manojo de llaves son quizá una esperanza de que no todo está perdido, todavía hay espacio para soñar nuestras propias utopías.
Seguiré tu blog, y me suscribiré a él cuando tenga un buen aporte que hacer a tus seguidores...
Felicidades.
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