lunes, 31 de agosto de 2009

Lluvia



Tic, tic, tic, tac...
Oigo la lluvia citadina. Quiero olerla y sentirla. Caminar con pies de tierra y raíces. Llevar mi paragüas azul para que me haga compañía. Dejarme atravesar por la humedad; y llevar a casa un poco de los grises del día, tan discriminados por muchos, para cobijarlos dulcemente en el cajón más usado de mi secretaire.

7 comentarios:

Jeanne dijo...

A mi me gusta la lluvia, me gusta sentirla sobre la cara y ver como llena de verde las praderas.

Los días nublados de invierno me gustan si son pocos, si no son muy seguidos.

J:-)

virgi dijo...

¿Sabes Lu, que a mí me alegra mucho la lluvia? Así que me ha encantado esta entrada, besos

marichuy dijo...

Lu

Pues yo soy de esas que prefiere y hasta añora, los días de lluvia. Me encantó este fragmento:

"los grises del día, tan discriminados por muchos, para cobijarlos dulcemente en el cajón más usado de mi secretaire."

Y también las fotos; ese secretaire es bellísimo

Un beso

Querida, por si tienes ganas y tiempo de leer algo; hoy publiqué en un blog colectivo, una cosita de nada:

http://escribidoresyliteraturos.blogspot.com/2009/08/reencuentro.html

pyxis dijo...

No te imaginas como extraño esa lluvia rioplantense!, el caminar bajo ella y sentir como los coches hacen surcos al pasar, el olor a tierra mojada, las gotas posándose en las hojas de los rosales de mi madre...
Lástima que Santa Rosa casi siempre hace algún destrozo, porque sino, que hemoso es sentir llover en esta época!!!.
Besos...

XuanRata dijo...

Para un norteño como yo no hay colores como los grises de la lluvia. Ni secretos que aguanten el sol que sale tras las nubes.

Un abrazo, Lu.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Que llueva... que llueva.

jorge dijo...

Me gusta la lluvia fina, la que no molesta cuando caminas y cae sobre ti.

Y si el dia no es frio, me dejo.

Es cierto que esos dias de tono gris ayudan a ir llenando los cajones con algunos de nuestros tesoros.