Con el viento fresco de la mañana llega un sonido de campanas y cencerros. Bastó un giro de cabeza para verlos. Ahí estaban ellos: llamadores de campo o de ángeles (como también suele decirsele).
Allí están quietos, expectantes de la caricia del viento que los haga cantar y volverse alegres danzarines para que notemos su presencia y les regalemos una mirada.
9 comentarios:
Gosto mais de chamadores de anjos, do que de espanta-espíritos, como nós os chamamos...
De qualquer maneira estou a ouvir o seu som num rebanho que vai a passar junto do meu jardim...
Beijo,
António
precioso lugar, bien localizado y digno de ser fotografiado. Un saludo,.
Esas campanas a la espera de la caricia de unos dedos invisibles... Un poco como nuestros corazones de hojalata. Ellos también suenan
Besos y brisas
llamadores de ángeles?, qué bonito, nunca lo había oído
Me encanta colgar al viento cositas y carrillones que tintinean al aire; en casa tengo varios, de distintos tipos, ayudan mucho a armonizar eso del Feng Shui, escucharlos da buen rollo.
Un abrazo, Lu
Hay algo espectral en esas campanas colgadas.
¡Que bonito, Lu!
Me encantan los detalles que nos traes, sale tu alma centelleando entre ellos.
Besitos
Dan voz a la brisa y cuerpo a lo que carece de él. Nos llaman y acudimos.
Un abrazo.
Hola! Entiende este comentario como una muestra de gratitud por el afecto recibido por ti. Te ofrezco las flores de mi jardín.
Tengo uno de cañas , al noreste , qu me anuncia l lluvia y otro de vidrio al noroeste .
Que honor tener alguien que confie en mis recetas !
Feliz dia tambien para vos.
Besos
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