
miércoles, 8 de diciembre de 2010
lunes, 29 de noviembre de 2010
Vernissage: Sueños concretos
En la Facultad de Ingeniería de la UBA

Maximiliano Retondo, artista plástico, presentó su muestra Sueños en compañía de amigos, colegas, familia y seguidores.

Aquí se aprecia parte de su obra.
Ahora bien, como aficionada a la fotografía, no pude con mi genio y he aquí mi visión de Sueños en la Facultad de Ingeniería.
lunes, 15 de noviembre de 2010
Corazón de flor de lis




Se ha dicho mucho acerca del origen de la flor de lis y su significado en el orden religioso y heráldico. Hasta los alquimistas las fundieron en sus blasones cuando lograban alcanzar una gran iluminación.
También la psicología hace una interpretación de la misma.
En la edad media se comenzó a vincularla con la realeza francesa en el siglo XII. También la Casa de Lancaster la adopta como símbolo real a partir del siglo XIV.
Pero al pensar en la flor de lis me gusta remontarme al siglo XVII en la novela Los tres mosqueteros de Alexandre Dumas donde la nobleza, la realeza, la confianza y la pasión convergen en un símbolo y en la frase de aquellos caballeros: "todos para uno y uno para todos".
La convicción de esos hombres en sus actos y sus ideales puestos al servicio de la corona y de sus vidas personales junto a sus doncellas, siempre me estremeció.
Época de Luises: bailes de máscaras y banquetes, juegos de jardín como el gallo ciego y las carreras de laberintos transcurrieron dispuestos en favor de la galantería. Fuentes, estatuas y pasadizos secretos fueron mudos testigos de enigmáticas conquistas.
Al cabo de los siglos sólo algunos testigos de antaño persisten diseminados por el mundo, ante la visión ignota de los paseantes, deseando ser redescubiertos en una mirada, para atesorar con lealtad desde su ser sigiloso, callado e íntimo, los misterios de nuestro corazón.
viernes, 5 de noviembre de 2010
sábado, 30 de octubre de 2010
jueves, 21 de octubre de 2010
Entre postigos
Ella era particular: miraba hacia adentro de las ventanas. Amaba los postigos entreabiertos y las persianas poco plegadas. Decía descubrir cosas asombrosas. Cosas que los demás no veían por mirar hacia afuera de los postigos.
Aquella tarde de calor parecía un caldo. Todos pasaban sudorosos y apurados por evitar el sol de aquella acera. Sin embargo ella pasó y se detuvo ante un ventanal de riel americano. Algo la llamaba a mirar hacia adentro.
El gato sin sombra, los tulipanes, el ropero y un juego de sombras descansaban en perfecta armonía y parecían estar esperándola...
lunes, 4 de octubre de 2010
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