jueves, 6 de agosto de 2009

Confesión divina


Lloré, lloré, lo siento. Me pasa cuando miro mucha publicidad. Los ves, están tan contentos, en los afiches nuevos de algún celular. En la calle, una sonrisa vale oro, muy doble. En mi barrio, en la mañana hubo un robo, violento.

Si hay un Dios algo tiene que hacer; sí, porque algún Dios tiene que aparecer. Ahora un Dios que se ponga la 10.

Grité, grité, lo siento. Me pasa cuando escucho un político hablar. Los ves, están tan contentos; esa sonrisa no la juzga ningún tribunal. Por las calles estas vidas valen poco, o nada. En mi barrio esa gente tiene hambre y bronca.

Si hay un Dios algo tiene que hacer; sí, porque algún Dios tiene que aparecer. Ahora un Dios que se ponga la 10.

Si hay un Dios algo tiene que hacer. Si hay un Dios tiene que aparecer...

(No es común que transcriba letras de canciones, pero en este caso D10s, de Hilda Lizarazu, refleja mi pensamiento tal cual.)