lunes, 12 de julio de 2010

Texturas inalcanzables

Es increíble cómo los ojos se dejan engañar a veces. Son capaces de hacernos alzar los brazos vanamente con las palmas abiertas queriendo tocar algo inalcanzable, pero no por eso menos bello. Éste es mi cielo, él es mi objetivo. Alzaré mis manos una y otra vez esperando su migaja de nubes mientras contemplo su azul celeste sin comprender que él aguarda perpetuo verse íntegramente reflejado en mí.