martes, 24 de noviembre de 2009

Swarovski en bruto


Tantas veces me he parado frente a la vidriera de Swarovski a contemplar la luz reflejada en sus finos cristales. Tantas veces pensé cómo llegarían a tomar ese estado reluciente. Debe ser un largo proceso, pensaba siendo chica.
En el transcurso de mi vida he contemplado algún que otro fenómeno: eclipses, estrellas fugaces y hasta una pequeña lluvia de estas últimas; pero es la primera vez que me topo, en una caminata, con un Swarovski en estado puro.
Aunque sé cuál es su verdadero origen, prefiero pensar que son frutos cristalinos del rocío petrificados... Y que en su fuente más genuina se esconde alguna leyenda medieval implicando, como no podría ser de otra manera: una damisela, un príncipe, un rival y un gran amor.