lunes, 31 de agosto de 2009

Lluvia



Tic, tic, tic, tac...
Oigo la lluvia citadina. Quiero olerla y sentirla. Caminar con pies de tierra y raíces. Llevar mi paragüas azul para que me haga compañía. Dejarme atravesar por la humedad; y llevar a casa un poco de los grises del día, tan discriminados por muchos, para cobijarlos dulcemente en el cajón más usado de mi secretaire.

martes, 18 de agosto de 2009

Mapa político



Desde chica filosofaba internamente respecto a las cosas del mundo. Imaginando qué tan reales podrían ser algunas y si habría forma de corroborarlo en algún momento de mi vida.

Así, siempre silente, dado que era de aquellas niñas que no cuestionaban a viva voz, fui manteniendo pequeñas disertaciones conmigo misma: ¿qué tan reales serían los colores?, ¿no serían una ilusión óptica como una paleta impresionista?, ¿qué tan reales serían las distancias?, ¿existiría Papá Noel? (nunca lo vi, pero lo escuché), ¿qué tanto habría de cierto en los límites geográficos?, ¿los países y las provincias tendrían realmente la forma que muestran los mapas?, ¿habría que viajar en avión para ver los guioncitos (línea punteada) que los delimitan?, etc., etc., etc.

Así pasé parte de mi niñez. A medida que crecía me iba desasnando en algunas cuestiones y en otras desencantando. Comprendí también que los límites geográficos estaban dados por las fronteras en donde se encontraban los puestos de gendarmería, encargados de revisar los papeles y bolsos para que todo esté siempre en orden.

Ya adulta, en un largo viaje de ida esperando disfrutar mis vacaciones, me disponía a dormir un rato hasta la siguiente parada del micro.

Vano fue mi intento, puesto que un murmullo me lo impedía.

-¿Habrán puesto una película?- pensé.

Luego, un leve giro de cabeza me demostró que el murmullo provenía de algo más real que un film. Pasillo de por medio, una madre y su hijo mantenían una animada charla.

En un momento la mujer le dijo al pequeño que saque su tarea para hacerla en el viaje así, al llegar a destino, sólo le restaría disfrutar a pleno sus vacaciones.

Así, madre e hijo hicieron cuentas, oraciones, repasaron tablas y verbos. Ya iban a guardar los cuadernos cuando el niño recordó que faltaba un último deber: el de geografía.

Mapa político de la argentina nº 3 en mano, se dispuso a señalar las provincias y sus capitales. Buen rato estuvo coloreando y escribiendo cuando de pronto le dice a su madre:

-¿Hacia dónde estamos yendo ahora?

-A Misiones- responde la madre.

-Ah...¿Y es cierto que puede verse el límite entre una provincia y otra? Los guioncitos- especificó para que no queden dudas.

-No... eso es para que los chicos aprendan y no confundan todas las provincias.

El chico no dijo nada y guardó los cuadernos ya que no quedaban deberes por hacer. La madre se levantó de su asiento y tomó un café de la máquina.

Ambos (el niño y yo) nos dispusimos a mirar por la ventanilla. De pronto se divisa una represa, un dique.

El niño abre sus ojos a más no poder, rebosante de alegría y dice a su madre quien justo regresa al asiento:

-Por suerte te equivocaste. Acabo de ver realmente los límites del mapa político.

lunes, 17 de agosto de 2009

Al acecho


Esperar el momento justo. Estar atento y cauteloso. Inciertamente estresado (¿por qué no?)
Mirar alrededor buscando lo preciso, lo exacto, lo esperado, ¿lo debido?
Ser presos de la vorágine. Ser presas del sistema. Ser parte de una cadena social rota por los propios prejuicios.
Viene a mí el final de un poema que escuché hace mucho no sé dónde "estaré allí en el momento exacto en que la vorágine de tu vida intente consumirte".
Mientras tanto hay que seguir prestos y vigilantes.

martes, 11 de agosto de 2009

Mi BAires querido






San Telmo. Barrio de arrabal y de apronte. De reyerta de guapos barulleros. Cajetiyas y atorrantes. Malandras y rufianes. Convergencia divina del tango de gavión y berretín. De pucho rancio y olor a verso.

Calles impregnadas de reminiscencias:

la rubia Mireya y fulana de tal.

Milonga canyengue, boncha encajetado;

el zurdo compadrito lo hace cantar.

Perfume de fémina doblando la esquina.

Pituco pispeando el piringundín.

Como en la payana de los gurrumines

la garufa intensa no es un berretín.

jueves, 6 de agosto de 2009

Confesión divina


Lloré, lloré, lo siento. Me pasa cuando miro mucha publicidad. Los ves, están tan contentos, en los afiches nuevos de algún celular. En la calle, una sonrisa vale oro, muy doble. En mi barrio, en la mañana hubo un robo, violento.

Si hay un Dios algo tiene que hacer; sí, porque algún Dios tiene que aparecer. Ahora un Dios que se ponga la 10.

Grité, grité, lo siento. Me pasa cuando escucho un político hablar. Los ves, están tan contentos; esa sonrisa no la juzga ningún tribunal. Por las calles estas vidas valen poco, o nada. En mi barrio esa gente tiene hambre y bronca.

Si hay un Dios algo tiene que hacer; sí, porque algún Dios tiene que aparecer. Ahora un Dios que se ponga la 10.

Si hay un Dios algo tiene que hacer. Si hay un Dios tiene que aparecer...

(No es común que transcriba letras de canciones, pero en este caso D10s, de Hilda Lizarazu, refleja mi pensamiento tal cual.)

domingo, 2 de agosto de 2009

Flower power


Estridencia, movimiento, color, pixelado, imperfección, desenfado: todo en serie. Sensaciones...
Esperando la primavera a lo Warhol.