viernes, 29 de enero de 2010

Incertidumbre arcaica





¿Cuántas veces el hombre primitivo se habrá cuestionado, en penumbras, su existencia? ¿Cuántas veces habrá vacilado sobre salir al exterior de su caverna en busca de alimento sabiendo que quizás no regresaría?
¿Cuántas veces habrá permanecido en oscilante vigilia la mujer primitiva esperando el regreso de su hombre?

Hay incertidumbres que siguen vigentes pese al correr de las eras. Basta con remitirse a la edad media: las cruzadas, huestes y mercenarios.
La Ilíada y La Odisea narrando los acontecimientos ocurridos durante cincuenta y un días en el décimo y último año de la guerra de Troya. Conflictos y desventuras en las relaciones humanas fueron utilizadas como fundamentos de la pedagogía griega.
Leyendas legendarias como la de Penélope, tejiendo y destejiendo nos hacen reflexionar: ¿qué la fortalecería en su desdicha?
O los dilemas planteados por Shakespeare: Montesco o Capuleto (en Romeo y Julieta) y ser o no ser... (en Hamlet).

Cuestionamientos, vacilaciones, oscilancias e incertidumbres que atañaron y atañen al hombre.
Forman parte de nuestra naturaleza.

6 comentarios:

marichuy dijo...

Lu

Querida, qué fotos más impresionantes.

La incertidumbre... con ella vivimos y aprendemos a sobrevivir a pesar de ella.

Saludos

Zulma dijo...

Nada ha cambiado desde el cominzo de los tiempos...seguimos mirando el exterior de "la cueva ", todo depende con los ojos que lo miremos y las ganas que le pongamos .
Besotes

alicia dijo...

Hay que salir de la cueva para más tarde regresar y hablarle a sus habitantes de la luz de allá afuera. Platón nos abrió la puerta...
Besos

virgi dijo...

Entre el día y la noche, cuántas dudas, incertidumbres, huellas, sendas...

Besos a tu reflexión, querida Lu

XuanRata dijo...

La incertidumbre es tan consustancial a la existencia como la necesidad de certeza. Ya hace tiempo que se dieron todas las respuestas. Ahora se trata de saber cuál es la pregunta adecuada y para ello no hay que dejar de preguntar a todo el que venga de fuera de nuestra oscura caverna.

Inquietante esa imagen procelosa.

Un abrazo, Lu.

Paco Merlo Ansin dijo...

Hola! Si has perdido tu paraguas quizás lo encuentres en mi blog. Si coges otro no pasará nada, si no lo necesitas o no te gusta ninguno puedes llevarte de recuerdo alguna de mis fotos para tu blog o para lo que quieras, me sentiré muy halagado.
Ansin soy yo!